domingo, 28 de junio de 2020

PRÓLOGO

Sueño

Casi no podía meter la llave en la cerradura, estaba cansada, realmente cansada. El día había sido productivo, pero agotador, así es el trabajo no se puede hacer nada. Logré entrar a mi casa y solté el bolso como pude me quite los zapatos, si sabía que me tocaría ordenar ese pequeño desastre por la mañana, pero lo que mi cuerpo me pedía ahora era total reposo, quería dormir, envolverme en mis sábanas con olor a lavanda y ya mañana volver a empezar. 
Era raro el que yo me sintiera tan pesada como para casi que arrastrarme a la cama y tan agotada de mente para tener que hacerlo apenas las nueve y media de la noche, eso es envejecer de golpe, o tal vez estaba enferma, pero plantearme tantas cosas me estaba dando dolor de cabeza. Me tropecé con mesilla y dolor agudo en el dedo meñique del pie, es que hoy no era mi día, estaba claro que necesitaba ese descanso eso de dormir del tirón sin sueños como diez horas y despertarme fresca. 
Legué por fin a la cama, sentía una alegría tan simple por el simple hecho de dormir que fue terminar de subirme y sin echarme mis sábanas, que mis párpados ya no podían sostener su propio peso así caí en un sueño muy profundo. Un sueño al que me sentí arrastrada y empujada, donde me veía cruzando un bosque que no tenía olor, pero es que era un sueño.  En principio era realmente oscuro y los árboles con sus ramas me arañaban y la fuerza que me arrastraba y empujaba cada vez iba aumentando el ritmo y yo aunque quisiera no podía contra esa fuerza, me invadió un sentimiento de temor e intenté gritar, pero no pude, forcejeé y solo sirvió para herirme mas con las ramas, mi vista se iba aclarando y comenzaba a haber luz, el amanecer era de color verde y se iba transformando en amarillo y luego la luz se volvió más blanca, era raro muy raro, pero por lo menos en esa carrera forzada pude vislumbrar mi alrededor, que era todavía más raro, porque me encontraba rodeada de árboles esbeltos y condenadamente altos de diversos colores, desde el tronco hasta las hojas eran de un solo color, pero cara uno tenia el suyo, había arboles rojos enteros, verdes enteros, rosas enteros...Todos en tono más bien pastel. Mi angustia y dolor por algunas caídas a causa de tanto correr y los arañazos y golpes debido a los árboles me estaban asustando mucho más, bueno.....Más bien me estaba acojonando. Este sueño no era normal, sentía dolor y no me despertaba por nada, no podía controlar nada pero se sentía todo muy real... Quería despertar YA, esto era una pesadilla, solo estaba sufriendo.
Por fin la fuerza parecía agotarse porque bajamos el ritmo, tanto que al final acabé simplemente obligada a andar, aunque me encontraba cada vez en una zona con más luz, tanta que ya no podía abrir los ojos, pero notaba que ya no había tantos árboles porque ya no recibía tanto daño como antes. cuando la luz abrumadora me dañaba los ojos incluso cerrados todo se oscureció y fui empujada con fuerza. Caí y caí en la profundidad de la oscuridad, intentaba gritar de terror pero seguía sin salirme la voz, esto era realmente horrible tenia ganas de llorar, de gritar, de cualquier cosa; no había sentido tanto miedo en mi vida. 
De pronto me desperté sudando y gritando me miré y vi sangre y moratones en mi cuerpo...
¿Mi cuerpo? ¿Mi cama? ¿Mi cuarto? ¿YO?
¡¡¡¿¿¿Qué cojones estaba pasando???!!! ¡¿ Dónde estaba?! y sobre todo ¡¡¡¿¿¿ Quién era!!!???

No hay comentarios:

Publicar un comentario